Los textos y párrafos que deseo compartir con ustedes contienen letras que dejaron en mí benéficas resonancias. Ya sea porque quedaron quietas, haciendo mención a alguna cuestión apenas perfilada, o bien porque vibrantes me abrieron a nuevas reflexiones, generando deseos de ahondar en sus aristas hasta extractar de sus renglones herramientas aptas para la práctica del analista.
A pesar de los años, las letras que Freud y Lacan vertieron hace tiempo continúan vigentes y, no menos actuales, nos llevan a desplegar sus razones en el horizonte de nuestros días. Por ese motivo, también quiero enhebrar con ustedes, en la lectura que hagamos de los textos que oportunamente les sugeriré, mi preocupación por aquello que decimos los psicoanalistas ante lo real de nuestro tiempo.